30 mar 2007
Random Kabale Und Liebe
“Cuando nuestra alma se ha saciado de horrores, los ojos ven fantasmas en todas partes.” (Luisa – III, V)
“Ella sabe hasta donde llega mi pasión. Ha visto el fondo de mi alma. Ha contemplado mi corazón en mis ojos, al rubor de nuestro primer beso... ¿Y nada sentía?” (Fernando – IV, II)
“¿Tú, bribón? ¿Como? ¿Tú?... ¿Ser acaso la polilla, en donde son raros los hombres? ¿Alargarte y acortarte siete veces en un momento, como la mariposa clavada en la aguja? ¿Llevar el registro de las idas y venidas de tu señor a ciertos lugares excusados, y ser el caballo de alquiler de su ingenio? Bien; es igual, yo te llevo conmigo como a un animal extraño. A manera de mono enseñado, bailarás tú al compás de los aullidos de los condenados, traerás lo que te manden, obedecerás, y con artificios cortesanos aliviarás un tanto su desesperación eterna.” (Fernando – IV, III)
Como un Otelo, Fernando confundido por el engaño, las apariencias.
“¡Detestable! ¡Insufrible! ¡Ojos de lince tienen las mujeres para ver los defectos de otras mujeres!” (Lady Milford – IV, VI)
“Ojos acostumbrados a llorar.” (Lady Milford – IV, VII)
Un gusano roedor de la conciencia. Ella y su gusanillo.
“¡Oh! ¡Más vale que me dejéis en mi ceguedad, puesto que sólo ella puede reconciliarme con mi funesto destino! El insecto se encuentra tan feliz en una gota de agua como en un hemisferio, tan alegre y tan bienaventurado, hasta que se le habla de océanos, en donde juegan flotas y ballenas...” y “Hasta el trono del Todopoderoso llegarán los vanos esfuerzos del gusano hollado por osada planta...” (Luisa – IV, VII)
“MILLER. (Levantándose.)- ¿Estás ahí, hija mía? ¿Estás ahí?... Pero ¿por qué tan sola y sin luz? // LUISA.- No estoy tan sola. Cuando la oscuridad me rodea por todas partes, es justamente cuando yo veo a quien me agrada. // MILLER.- ¡Dios te proteja! Sólo el gusano roedor de la conciencia vela en compañía del búho.” (V, I)
“Las letras son como cadáveres, y sólo viven a los ojos del amor.” y “¿Por qué el amor no ha inventado su nombre? Sería entonces el más dulce.” (Luisa – V, I)
“Hubo un tiempo en que se contaban uno a uno todos los segundos del día, en que el deseo de verme pendía del curso lento del reloj de pared, y se enumeraban los latidos del corazón hasta que yo me presentaba... ¿Cómo explicar ahora esta extrañeza?” y “Ya estoy tranquilo... tranquilo se dice también del país, por donde una peste ha pasado...” (Fernando – V, II)
“Dios se burla de nosotros de un modo extraño e inexplicable.” (Fernando – V, III)
“Corremos de novela en novela, de lodazal en lodazal…” (Fernando – V, VII)
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